FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN

En los próximos días rememoraremos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Os escribo desde Zamora, ciudad que vive de una manera especial estos días de Pasión con una Semana Santa en la que todos los zamoranos sean creyentes o no se sienten interpelados.

Creo que muchas veces ponemos nuestra mirada en un Cristo muerto o agonizante (solo hay quedarse una vuelta por nuestras iglesias) y no ante un Cristo resucitado y glorificado. El mismo Jesucristo en el preludio de su Pasión exclamó: “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”

No debemos olvidar que esta historia comenzó la mañana de Pascua con un Cristo resucitado. Sería un error vivir una fe que nos deja en la muerte de Cristo. Entenderíamos así que su vida no tuvo sentido, fue la historia de un fracaso y nuestra vida quedaría condenada al luto, a la oscuridad.

El Cristo resucitado saca al hombre de su miseria y pequeñez y nos invita al ser sal y luz de la tierra y hacer realidad su mandato de amor, dando de comer al hambriento, dando de beber al sediento… En fin siendo cirineo cuando observemos carencias materiales o afectivas en nuestros hermanos que en el devenir de la vida entremos en relación con ellos.

Como es costumbre en Zamora el domingo de Resurrección comeré dos huevos fritos con un trozo de jamón acompañado con un buen vino de Toro para rememorar que Cristo resucitó y que la tierra prometida y eterna nos espera. Felices Pascuas a todas y a todos.