30/ENE/2017. Badajoz. El pasado fin de semana celebró su PPVA – Proyecto Personal de Vida y Acción – uno de los grupos de la Diócesis de Mérida-Badajoz, en la Parroquia Ntra. Señora de la Asunción.

Durante el curso, los diferentes grupos de Profesionales Cristianos organizan su programación entorno a las herramientas propias de la Pedagogía de la Acción, además de otras que son decididas en las diferentes estructuras y que atienden a lo personal, a lo colectivo-comuninario, y las demandas sociales que condicionan la realidad histórica. Siempre poniendo en el centro a las personas, y las llamadas que Dios nos hace en y desde la realidad concreta que compartimos.

El Proyecto Personal de Vida y Acción, o Plan de Vida, supone uno de los momentos centrales del año, en el que tomar el pulso a nuestra persona, según las dimensiones del yo, la profesional, y la espiritual, y «reordenarla» en función de las llamadas que nos hace el Padre, a través del propio grupo y de la realidad. Tomar la vida en mayúsculas para ponerla al servicio de la persona, y del Plan que Dios tiene para nosotros/as, y el Mundo. El Evangelio, en nuestra vida.

Sin duda supone un momento central en el devenir tanto individual como de grupo, pues se trata de una experiencia basada íntimamente en la fraternidad, haciéndonos testigos privilegiados de los procesos personales, y de cómo Dios se hace presente en los pequeños pasos que vamos dando, en las luchas internas y externas, y en la fragilidad de nuestras historias compartidas.

El grupo que celebró este fin de semana su proyecto, es fruto de la unión de grupos con diferentes trayectorias, y con experiencias y situaciones de de vida muy diferentes. Con esa riqueza, no exenta de dificultades, ha ido caminando en los dos últimos años de la mano, celebrando su segundo PPVA en su corta historia.

Alejandro, Ana, Angelines, Antonio, Floren, Isa (cerquita), Jesús, Jose, Lolo, Marta, y Vero fueron compartiendo sus VIDAS, desentrañando los matices en cada dimensión, con el fin de articular toda la persona, unificarla, y dotarla de sentido en sí mismas, y como parte de la Historia de Salvación, en el marco de la opción preferencial por los pobres, hilo conductor de cada experiencia narrada y compartida.

El grupo terminó su «retiro» celebrando la eucaristía en la comunidad que acogió todo el PPVA, Nuestra Señora de la Asunción, que ha acompañado muchas de las vidas y esperanzas de los miembros del grupo a lo largo de los últimos años.