Zaragoza. 19/MAY/2017. Por octava vez, el movimiento de Acción Católica de Profesionales Cristianos de Zaragoza ha organizado sus jornadas de reflexión y diálogo.

Convencidos de que las profesiones están llamadas a contribuir socialmente más allá de la mera eficacia, ha querido apostar por una revisión crítica e integral de la responsabilidad de las profesiones de cara a la creciente desigualdad instalada en nuestro modelo de convivencia.

PX Zaragoza contó para ello con la presencia de la filósofa Natàlia Plá, quien lúcidamente abordó la cuestión desde la invitación a devolver a lo profesional su dimensión de espacio vocacional y de sentido, de humanización y también de resistencia frente a lo que “sistémicamente aísla, acobarda y atemoriza”.

Profesionales_Cristianos_Zaragoza_MAY2017Así, desde la idea de que todos somos iguales -idea que a modo de “talismán defendemos como si fuera una forma de protegernos”- reaccionamos ante todo lo que atenta contra dicha igualdad, apuntaba esta especialista. Una oposición que frente a las diferenciaciones y discriminaciones que hoy causan tantas injusticias, sin duda “es necesaria si queremos mantener la cohesión social”. Sin embargo, señala Plá, hay una diversidad y un disenso que como naturales, “son positivos”; no es cierto que “toda diferencia sea negativa”, en su opinión. Por lo tanto, añade, estos son unos aspectos sobre los que también “tendríamos que aprender a reparar en el momento de replantear el papel que las profesiones tienen social y políticamente y de revisar sus contribuciones a la justicia y al bien común”.

De hecho, añadía esta experta, solo este replanteamiento permitirá tanto ajustar la necesaria demanda de justicia con un “también necesario sentido de equidad y solidaridad”, así como “recuperar y recrear la dimensión política que el entramado social intrínsecamente posee y que parece que hemos perdido”.

Estas dos conclusiones dejó la filósofa como sugerente interpelación y tarea, especialmente a las profesiones cuando se preguntan por si contribuyen, o no, a la desigualdad en la que vivimos. Una interpelación y una tarea sobre las que evidentemente aún queda mucho por decir y hacer…