Hace unos días, en el Centro Mariapolis de Castel Gandolfo hemos tenido la fortuna de participar presencialmente en la Conferencia Brindando Esperanza. Ha sido un encuentro internacional conmemorativo del décimo aniversario de la encíclica Laudato Si, convocado para impulsar una respuesta global frente a la crisis ecológica, y que ha contado con la participación del papa León XIV, obispos, responsables de organismos internacionales, líderes indígenas, expertos en clima y biodiversidad, y representantes de la sociedad civil, congregaciones religiosas y entidades católicas de más de 80 países. Al desarrollarse al final del Tiempo de la Creación, lo hemos vivido como un signo profético de unidad, cuidado y búsqueda de caminos de conversión ecológica inspirada en la espiritualidad de San Francisco y del papa Francisco.
Ha sido un encuentro formal, al estar promovido por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, junto al Dicasterio para la Comunicación, Cáritas Internacional, la Unión Internacional del Superioras Generales, el Movimiento de los Focolares, y la Alianza Eclesial para la Ecología Integral (ENA). En su logística y organización ha apoyado de una manera especial el Movimiento Laudato Sí, red de Ecología Integral creada en 2015 y a la que PX pertenece desde sus inicios. Nuestra contribución en ella a lo largo de estos años, ha ido paralela a todo lo que hemos ido trabajando y publicando sobre el tema, y nuestra participación ha sido sencilla, pero muy constante y entusiasta. Siempre hemos respondido a todas las iniciativas que nos han propuesto: seguir el Programa de Animadores Laudato Si; generar para ellos muchos materiales formativos en soporte audiovisual; asistir a reuniones por zoom para compatir virtualmente nuestras pequeñas experiencias y pasos; y orar mensualmente en clave de ecología integral. Con ellos hemos celebrado desde el principio tanto la Semana Laudato Si como el Tiempo de la Creación.
Por eso esta Conferencia, ha significado la oportunidad de poner rostro y hablar en vivo con personas de distintos países que sólo conocíamos virtualmente. Y de dialogar en grupos específicos, eficientemente organizados para no perder el foco de los objetivos. En conjunto se trataba de analizar cuales han sido los pasos dados en el terreno de la Ecología Integral en estos diez años; celebrarlos en cristiano; orarlos ecuménicamente; escuchar el mensaje del papa Leon XIV; y definir cuales serían nuestros compromisos para continuar en el camino.
De las muchas reflexiones presentadas, nuestra percepción es que en mayor o menor escala en todo el mundo se percibe un sabor “agridulce” respecto a la conversión ecológica de nuestras comunidades, y un cierto sentimiento de posible “tristeza” o cansancio espiritual. Pero el Papa parece que vino específicamente a animarnos a un cambio fundamentado en una Esperanza y Caridad, basadas en la Justicia generadora de Paz. Algunos de los ponentes nos recordaron cómo grandes avances de la Historia humana: la abolición de la esclavitud, el voto femenino, el fin del apartheid….no han sido logros repentinos, sino el resultado de largos procesos donde muchas personas unieron sus sueños en una misma dirección. Y se nos ha repetido desde las experiencias positivas comunicadas en los paneles, que hay que entrar en la conversión ecológica no desde la mente, sino desde el corazón y desde una Esperanza basada en la Vida que Dios nos regala. Ha habido muchas interpelaciones para entrar en la profundidad, la reflexión y la contemplación, antes de pasar a las acciones compartidas.
Culminó la Conferencia con un poderoso gesto: agua bendita proveniente de un trozo de hielo del Ártico, bendecido por el Papa León XIV, mezclada con aguas de ríos del mundo, fue entregada a los participantes como símbolo de compromiso. El bloque de hielo se había ido derritiendo durante los tres días de celebración de la Conferencia, recordándonos la urgencia de actuar ante la crisis climática y nuestra responsabilidad común de cuidar la creación.
“Esta agua bendita se transformará en algo muy poderoso, porque llegará a la COP30, en Brasil”, afirmó la Dra. Lorna Gold, directora ejecutiva del Movimiento Laudato Si’, mientras invitaba a los asistentes a sumarse a una plataforma que recoge el compromiso personal de cada participante, y que será presentado como iniciativa de “Contribuciones Determinadas Popularmente» (CDP) para impulsar la acción transformadora hacia la ecología integral en la Cumbre de los Pueblos de la COP30, que es un espacio espacio paralelo donde organizaciones sociales se unen para expresar su mensaje, complementario al de los Estados de la ONU. En esta edición se quiere que los miembros de la Iglesia Católica tengan una voz especial. Por eso tú también puedes sumarte y compartir tu compromiso por la casa común en raisinghope.earth/es/accion
Brindando Esperanza nos ha dejado un claro mensaje: la esperanza mueve a una acción donde caminamos juntos, guiados por la fe, la ciencia y la compasión.
Jesús Salas Martínez y Trinidad Ruiz Téllez
Archidiócesis de Mérida-Badajoz, España