Bajo este título trató el encuentro que Augusto Hortal ofreció en Zaragoza el pasado 2 de junio. Fue invitado por el movimiento de nuestra diócesis Profesionales Cristianos

Augusto Hortal es jesuita y ha sido profesor de Ética y Filosofía Práctica en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Es autor, entre otros muchos textos, de Ética General de las Profesiones y Los cambios de la ética y la ética del cambio. Hortal acudió a la llamada que recibió del movimiento Profesionales Cristianos. Este grupo compuesto por unas treinta y cinco personas, y que está funcionando desde 2004 en la diócesis de Zaragoza, ha desarrollado en el último curso un proceso de análisis de la realidad profesional a la que pertenecen sus miembros llegados de los campos educativo, sanitario, social…En este último tiempo también ha realizado un decálogo sobre cuestiones fundamentales de la ética profesional con materiales que han surgido de distintas jornadas organizadas en el Centro Pignatelli de Zaragoza por este movimiento desde el año 2006 y en las que han intervenido distintos expertos de nuestro país. Además del decálogo, PX Zaragoza ha elaborado un cuestionario que considera de forma integrada las dimensiones personal, grupal, organizacional, pública y social de las profesiones. Como resultado de este proceso, estos militantes han logrado profundizar en la ética de sus trabajos y en las dimensiones que caracterizan su vida profesional, identificando las dificultades y fortaleciendo el sentido personal y colectivo de evangelizar en el medio profesional. Como colofón a toda esta tarea, PX Zaragoza quiso contar con este especialista que acompañó una jornada de trabajo y participó en una ponencia.

Augusto Hortal constató la necesidad de crear espacios en los que reflexionar sobre la dimensión profesional, aquella “en la que más tiempo, calidad y esfuerzo invertimos de nuestra vida”. Hortal confirmó la oportunidad que esta realidad tiene para “madurar en nuestra sensibilidad creyente y evangelizadora y transformar el mundo”, precisamente porque son entornos en los que “más preparación y vocación incorporamos”. Este jesuita trató de responder a dos preguntas que justificaron la convocatoria de la jornada: ¿Cómo cumplir la voluntad del Padre en nuestras profesiones? y ¿qué haría Jesús ante las dificultades personales, grupales, institucionales y sociales que están presentes en nuestro medio profesional? Hortal animó a la tarea del discernimiento en las circunstancias de cada uno y destacó, entre otros textos, la cita de Miqueas: “lo que el Señor te pide es tan solo que practiques la justicia, que ames con ternura y que camines humildemente con tu Dios”. Finalmente, recordó que, frente a esta sociedad que busca resultados, el Evangelio “habla de frutos en los que madurar y dar alimento a otros” y subrayó que la vocación es una “construcción permanente” al servicio, especialmente, de los más necesitados.