La sesión de estudios de Profesionales Cristianos (PX) celebrada en Pozuelo del 23 al 25 de Mayo, recogió el trabajo de este curso, centrado en la Espiritualidad, para proyectarlo en el que será su continuación el próximo: la Comunión fraterna en la Iglesia.
Sebastiá Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, introdujo el tema con una ponencia trufada de referencias conciliares y de la reciente exhortación apostólica del papa Francisco. Conocedor por experiencia propia de la vida de los movimientos especializados, Taltavull recordó que los militantes son “voz de iglesia que descubre el paso de Dios en la vida ordinaria de cada día”. En esa perspectiva, la pertenencia a la Iglesia no es algo externo, la Iglesia, remarcó, «somos». Ese sentido eclesial es esencial para hablar de identidad y está es imprescindible para clarificar la misión. Además de ser un requisito para la salud psíquica frente al individualismo dominante
Defendió el papel del laicado con frases rotundas: “Tenemos que pedir perdón: los laicos no ocupan en la Iglesia el lugar que les corresponde en la práctica, aunque sí en los documentos”, o “La evangelización la harán los laicos o no se hará”. Todo ello desde la sinodalidad que implica el diálogo permanente entre el laicado y los pastores. Porque el pastor, dijo, citando al papa “no sólo debe conducir al rebaño; también puede seguirlo, porque el rebaño tiene buen olfato para encontrar el camino”. Y, de nuevo citando al papa, remarcó que “sólo se evangeliza en amistad, en un clima de amor” y que “lo esencial es la experiencia de Dios”. Ella alimentará la vida y el compromiso.
En el trabajo posterior en grupos y en el habitual panel de experiencias se siguió compartiendo la vida y el trabajo del año. Y las preocupaciones de futuro, preguntándose cómo puede la Iglesia servir al hombre de hoy, cómo pueden los profesionales ser voz de la Iglesia en sus ambientes, a la vez que se hacen eco en la Iglesia de la situación, carencias y desafíos de esos medios profesionales.
A lo largo de la puesta en común se evidenció la esperanza y la alegría que suscita el papa Francisco. Su capacidad de generar ilusión es para los Profesionales Cristianos PX una exigencia de coherencia, responsabilidad y sentido autocrítico: “tenemos la sensación de que ha soplado el espíritu y el evangelio ha salido a la calle”, “nos llama a hacer visible el evangelio allí donde estemos”, “apunta siempre al camino de la conversión”, “nos obliga a cuestionarnos nuestra relación con los pobres”, “el papa nos llama a volver a la esencia, al encuentro personal con Dios, a evitar el centrarnos en nosotros mismos, nos recuerda que es más importante el evangelio que la iglesia”. En sintonía con la exhortación papal, el movimiento de Profesionales Cristianos PX se fija como propio el desafío de estar en “salida continua” para atender a las necesidades del hombre de hoy, comunicando la alegría de ser cristianos.