VIA CRUCIS SOLIDARIO

Recuerdo que hace 40 años (cuando yo era adolescente) durante el tiempo de Cuaresma, en mi pueblo natal se rezaba el Vía Crucis al terminar el día. A mí me gustaba asistir; el acompañar y revivir aquellos hechos ha sido algo que ha marcado mi existencia. Hoy en día cuando el turno laboral como cocinero me lo permite, sigo haciendo lo mismo.

Para la oración del mes de abril propongo algo parecido. Se trata de una oración de meditación realizando un triple itinerario: el rojo es el camino recorrido por Jesús, el azul es el camino que realizaron los que ayudaron a Jesús y el verde se refiere a nuestra vida actual.

1º. Revivir y meditar sobre el día más trágico de la vida de Jesús, el tiempo que va desde que es condenado a muerte hasta que es sepultado.

2º. Durante este trayecto, Jesús se sintió apoyado por personas que, actuando individualmente o en grupo, mediante sus gestos, sus palabras o sus acciones se sintieron solidarias con Jesús. En estas personas vamos a centrar nuestra meditación.

Mt 27, 1. Terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y se lo llevaron para crucificarlo.

Lc 23, 26. Simón de Cirene cargó con la cruz de Jesús.

Lc 23, 27. Las mujeres de Jerusalén lloran y se lamentan al ver pasar a Jesús. Según la tradición cristiana Verónica, tomando un paño, limpia el rostro herido y ensangrentado de Jesús.

Mc 15, 25. Era media mañana cuando lo crucificaron.

Lc 23, 41. En la cruz el buen ladrón dice: nuestra muerte es justa pero la de Jesús no porque no ha hecho nada malo.

Jn 19, 25. La familia de Jesús y los más allegados están al pie de la cruz. Estaba su madre la hermana de su madre, María Magdalena y el discípulo amado.

Lc 23, 46. Jesús muere. Jesús clamó: “ Padre , en tus manos pongo mi espíritu”

Lc 23, 47. El centurión al ver lo ocurrido dice: “Realmente este hombre era justo.”

Mc15, 42-45. José de Arimatea distinguido consejero pide a Pilato el cuerpo de Jesús, lo amortaja y lo coloca en un sepulcro. Jn19, 39. Nicodemo llevó 100 libras de mirra y áloe.

3º. En nuestro mundo actual la tragedia y la solidaridad siguen haciéndose Presentes; revivamos los momentos en que hemos sido solidarios y hemos recibido la solidaridad de parte de los demás, y pidiéndole a Dios que su espíritu nos acompañe.

Con unos ejemplos simbólicos que anuncian que algo nuevo llega (al clarear el día, al salir el sol, el primer día de la semana,…), a las mujeres, en cuyo seno se origina la vida humana, a ellas, que son las defensoras y protectoras de la vida, cuando se acercan al seno de la tierra a la tumba donde Jesús fue sepultado, el mensajero de Dios les dice:

Lc 23, 5b – 6a. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado.

CERCA ESTÁ EL SEÑOR

Cerca está el Señor, cerca está el señor,

cerca de mi pueblo Cerca del que lucha por amor.

Cerca está el Señor, cerca está el Señor,

es el peregrino que comparte mi dolor.

1.- También está el Señor, le conoceréis en el que lucha por la igualdad.

También está el Señor, le conoceréis en el que canta La libertad.

También está el Señor, no olvidéis su voz, sufre en el Dolor del oprimido.

2.- También está el señor, le conoceréis en el obrero En su taller.

También está el Señor, le conoceréis en el anciano En su vejez.

También está el Señor, no olvidéis su voz, en el Hospital, junto al enfermo.

3.- Jesús es el Señor, le conoceréis, él es la vida,

Es la verdad Jesús es el Señor, le conoceréis, es el camino de La libertad.

Jesús es el Señor, no olvidéis su voz, es el redentor De nuestro pueblo.