Señor, queremos ofrecerte nuestra gratitud por este mes en el que hemos ido experimentando los distintos acontecimientos que nos trae el tiempo litúrgico. Los ejercicios espirituales fueron para nosotros, momento de encuentro de los equipos, en el que pudimos compartir la fe que nos une, la esperanza, que en estos tiempos vacila, y el sueño y propósito común de hacer visible en este mundo tuyo y nuestro, la fraternidad a la que nos llamas y envías.
Ahora, tras haber rememorado con alma y corazón la Pasión de Jesús, que recoge tantas Pasiones de nuestros hermanos, en nuestro tiempo y a lo largo de toda la historia, nos volvemos a reunir en este tiempo pascual, lleno de encuentros sorprendentes, de llamadas insoslayables, de despertares que nos permitan ponernos en camino. Porque un año más vamos a “nacer de nuevo siendo viejos”, con la ayuda del Espíritu que pronto nos recordará su suave soplo en Pentecostés.
Las lecturas de este tiempo de Pascua nos confrontan con la experiencia de comunidad más genuina. Pequeños grupos a lo largo de todo el mundo la siguen testimoniando, y el Papa, promoviendo el proceso sinodal intenta favorecer la necesaria recuperación en toda la Iglesia de ese “amor primero” que el Espíritu Santo pide para ella. Somos conscientes de “nos movemos entre el deseo de plenitud y la conciencia de la limitación, y de que la comunidad es, al tiempo, un ideal que perseguimos y una realidad frágil que debemos cuidar.”
Señor, cuenta con nosotros. Tú sabes que queremos seguir tu camino, que sentimos tu presencia cercana, que a veces te negamos como Pedro, otras nos dormimos mientras sufres y otras te contemplamos fugazmente en el Tabor de nuestra vida. Contigo bajaremos de nuevo a donde quieres estar, con quienes quieres que estemos, proclamando ante el mundo, con gestos y palabras, la gran noticia de ese Amor que es posible, porque constituye la esencia de toda vida humana y de la Creación entera.
Graduats Valencia
Abril 2023